Incluso tus hijos piensan que estás enganchado a tu teléfono.

Por lo general, escuchamos a los padres preocupados por el tiempo que los niños pasan en la pantalla, pero ¿podría empezar a retroceder el viento?

Un nuevo informe del Common Sense Media Children's Advocacy Group, que encuestó a 500 parejas de padres e hijos en todo Estados Unidos, encontró que los niños pequeños tenían más probabilidades de preocuparse por el uso. Teléfono por sus padres que al revés.

Tal vez no sea sorprendente, el informe encontró que el 68% de los padres estaban preocupados por el uso del teléfono por parte de sus hijos (a un nivel bastante alto del 2% desde 2016). Sin embargo, los adolescentes tienen ahora un 11% más de probabilidades de sentir lo mismo sobre sus padres, un 39% frente al 28% en 2016. El informe también señala que "el 56% de los adolescentes cuyos padres son sentirse "adictos" a su dispositivo se sienten enganchados ellos mismos ".

Estamos en un punto en el que a los que crecimos somos culpados por tener sus teléfonos en la mesa y advertidos de los riesgos de que un dispositivo móvil los esté usando en todo momento. Ahora vemos a nuestros propios hijos recrearse. los mismos hábitos de pantalla, y tiene sentido que una generación consciente de su propia dependencia de pantalla no quiera transmitir sus problemas.

Pero para bien o para mal, los teléfonos se están volviendo más estandarizados: eso es lo que todos esperan que todos tengan y estén siempre accesibles. Los teléfonos son ahora tan importantes para el correo electrónico en el trabajo, el mantenimiento de una marca en las redes sociales y el ciclo diario de noticias como las llamadas sociales ocasionales.

El informe encontró que menos adolescentes que nunca se sintieron "adictos", pasando del 50% en 2016 al 39%, pero los padres son más conquistados por sus dispositivos que nunca, con un 45% frente al 27%.

Crédito de la imagen: Common Sense Media.

(Imagen: © Common Sense Media)

No hay teléfono en la mesa

Una de las partes más problemáticas del informe es que el 28% de los padres dijo que "el uso de un dispositivo móvil por parte de su adolescente ha dañado su relación", en comparación con el 15% en 2016.

En contraste, el 72% de los adolescentes (y el 55% de los padres) informaron que los teléfonos de la casa no afectaron su relación con los padres. No existe un consenso sobre cómo estos dispositivos ubicuos afectan a las familias y los resultados siempre variarán de una casa a otra, pero a medida que usamos nuestros teléfonos, está claro Que estamos más preocupados que nunca.

Dicho esto, ahora hay muchas formas de administrar su tiempo de pantalla, ya sea a través del control parental móvil o la aplicación Google Screen Time. Y en un momento en que es casi imposible prescindir del teléfono, aprender a vivir de manera saludable nunca ha sido más urgente.

A través del New York Times

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